“¡Sláinte!”
-Brindis tradicional en lengua Gaélica propia de Irlanda o Escocia. Literalmente significa “¡Salud!”
Hoy vamos a hablar de una bebida casi tan antigua como la escritura o la rueda, hablamos como no de la cerveza. Degustada por los sumerios, los egipcios, los romanos o los persas. Perfeccionada en la Edad Media en la intimidad de las abadías europeas y sumida en un proceso constante de evolución, es una de las bebidas más consumidas en el mundo.
Las hay de casi todos los sabores y variedades imaginables (hasta Homer Simpson fantaseó en un episodio con una variedad que llevaba gominolas incorporadas), pero hoy vamos a hablar del papel que juegan unos seres microscópicos en su elaboración. Sin ellos, posiblemente no existiría este refrescante néctar de dioses.
El origen de esta rica bebida es un completo enigma en pleno siglo XXI. Se han hallado restos del proceso de elaboración en yacimientos arqueológicos de Irán datados del año 4000 A.C., sin embargo numerosos arqueólogos, antropólogos e historiadores sostienen la teoría de que su descubrimiento pudo ser anterior. Quizá se produjo durante el paso de las sociedades cazadoras-recolectoras de la prehistoria a modos de vida sedentarios basados en la agricultura y la ganadería hace aproximadamente 10.000 años, en el Paleolítico Superior. Siendo los primeros cereales que cultivó la humanidad el trigo y la cebada.

Estas teorías indican que el descubrimiento de la cerveza pudo ser fruto de la casualidad o de un accidente; el grano de cereal solía mojarse en agua para facilitar el proceso de molerlo al fabricar pan. Una remesa de esos cereales mojados pudo estar cerca de una fuente de calor como un fuego o un horno o quizás permanecer durante un tiempo a un sol abrasador. Los humanos se percataron de que el líquido resultante que había sido sometido a ese proceso tenía un sabor agradable al paladar y proporcionaba una sensación “relajante” (lo que de siempre se ha llamado “coger una cogorza”). Dando como resultado que empezase a producirse siguiendo esas indicaciones. Tenemos aquí el probable inicio de la fermentación alcohólica de bebidas.
Lo que vuestros antepasados no sabían, es que en este proceso entra en juego la levadura Saccharomyces Cerevisiae, la cual está presente en la cascara del grano de cereal. Ella es la responsable del proceso de descomposición mediante fermentación de materia orgánica, sobre todo los hidratos de carbono y los azucares, produciendo distintas sustancias. Al darse las condiciones idóneas en ese lejano día, este microorganismo cumplió su función y produjo de forma accidental la primera cerveza conocida.
¡Continuamos «mañana» con la segunda parte!
Vía La Búsqueda del Biodroide (blog de biología)
Muchas gracias por enlazarnos el artículo. 😉